8 diciembre: magnificat!

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2 comentarios:

Unknown dijo...

Vida (Gregorio David –Da vida-) y Sabiduría (significado de la palabra “sofía” en griego) personificadas en vuestros hijos.

Vida y sabiduría a raudales en este blog, obra vuestra.

Invitación a investigar que nos brindáis y que humildemente recojo. Cubro así una de las tantas lagunas del conocimiento y descubro lo que sigue (fuente: www.es.wikipedia.org):

“El Magnificat es un canto y una oración cristiana; proviene del evangelio de Lucas (...) y reproduce las palabras que según este evangelista María dirige a Dios cuando visita a su prima Isabel, madre de Juan el Bautista y esposa de Zacarías; el nombre de la oración está tomado de la primera frase en latín, que reza “Magnificat anima mea Dominum” (…) También es un himno utilizado en Acción de Gracias, junto con el “Te Deum”, entre otros.

En latín:

“Magnificat anima mea Dominum,
Et exsultavit spiritus meus in Deo salutari meo (…)”

En español:

“Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi Salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.
Él hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de la misericordia
-como lo había prometido a nuestros padres-
en favor de Abrahán
y su descendencia por siempre.”

Si se me permite, el Magnificat parece haber sido escrito también para vosotros, Virginia e Hilario. Para vosotros y vuestros hijos.

¡Gracias, familia!

Unknown dijo...

Regalo por añadidura: contemplar a Gregorio David en movimiento (en el vídeo de la entrada que sigue a ésta) y veros a los tres (faltan Sofía y Dora) en unas fotos deliciosas que, cómo no, rebosan vida y vida y más vida…, en parte porque Gregorio David está en ellas y en vosotros.