"la torre de la igualdad" del Ángel Baltasar

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Acabó Octubre y con él el mes del calendario que nos dedicó ASEM.

Y al calor de una paella y un Ribera del Duero nos visitó Ángel Baltasar, compañero de fatigas (cuánta verdad encierra una frase hecha!) desde el 2003 en que peregrinamos a La Torre de Esteban Hambrán a apoyar con un verso su monumental cuadro "La Torre de la Igualdad".

Curioso pintor de lo imposible, ha sido uno de los primeros viajeros (en silla de ruedas y con esfuerzo sobrehumano) que ha querido conocer al mismo tiempo lo imposible del vientre de Virginia y lo impensable del poema Y el ser es ley.

El verso que en su momento le regalamos para incluirlo en su Torre era "Sea y ya es". Hoy nos contó con emoción el proceso: Iniciada en el 2000, en Puerto Lumbreras (Murcia), cuando viajaba a su taller en la sesión número 11 de trabajo en Septiembre de 2001 conoció la caída de las torres gemelas. Al impacto creativo sucedió la parálisis práctica, y al año siguiente encontró un lugar simbólico para acabar su proyecto: La Torre de Esteban Hambrán (Toledo), donde lo conocimos. Todo un cúmulo de coincidencias, dirán algunos. O una torre de desafío a lo racional, pensarán otras. Las imágenes en su página no dejan lugar a tantas dudas.

Unidos en estos desafíos, cuestionamos hoy, al calor del vino del Duero, quién puede proclamarse autor de las ideas, quién está detrás de la luna del espejo en Las Meninas, quién está detrás de las industrias teo-con, qué futuro tendrán los creadores y -en el mejor sentido- los poetas de las ideas.


Lo que no le conté, es que aquel 11 de septiembre también a mí se me cayó una torre gemela y ni siquiera la llegada del euro, dos meses después, pudo remediar la crisis de valores que se avecinaba en la poesía.



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